lunes, 18 de febrero de 2013

¿Para que Meditar?

El propósito de la meditación es pacificar y calmar la mente.


Si mantenemos una mente apacible, no tendremos preocupaciones ni angustias y disfrutaremos de verdadera felicidad; pero si nuestra mente está alterada, no conseguiremos sentirnos felices aunque estemos rodeados de las mejores condiciones.
Finalmente, estaremos siempre contentos incluso ante las situaciones más adversas.
Por lo general, nos cuesta mucho controlar la mente. Al igual que un globo suelto en el aire se zarandea de un lado a otro al capricho del viento, nuestra mente se tambalea inestable a merced de las circunstancias externas.
Si las cosas nos van bien nos sentimos felices, pero si nos van mal enseguida nos enfadamos, de ahí la importancia de aprender a calmar nuestra mente.Meditar por unos minutos al día puede ayudar a reducir tu estrés y además puede ampliar tu visión de la vida. Existen tantos métodos y técnicas de meditación como instructores en el mundo.

La meditación nos permite establecer contacto consciente con la Presencia Divina. Este contacto constante con nuestra Fuente Espiritual nos permitirá experimentar lo que realmente somos y nos atraerá una gran cantidad de beneficios como:

- Descubrir la realidad de la naturaleza espiritual.
- Ubicar nuestra vida en un contexto más amplio.
- Dar un significado más profundo a nuestra propia vida y a todo lo que nos rodea.
- La conciencia experimenta un proceso de despertar espiritual que nos llevará gradualmente al reconocimiento de nuestro origen divino.
- Superar el impacto que causan toda clase de sufrimientos, logrando percibir su transitoriedad.
- Entender y superar los errores pasados y presentes que se manifiestan en experiencias dolorosas.
- Desapego de personas y cosas, evitando la dependencia y sentido de posesión. Amar y disfrutar de las cosas sin sentirnos atados o esclavizados a ellas.
- Ubicar toda la vida como una unidad infinita y tomar conciencia de la ilusión de separación, volviéndose más universal, pacífico y respetuoso.
- Disfrutar y gozar la belleza de todas las cosas. Surgirá la fuerza del amor incondicional manifestándose hacia todo lo existente a través de la ternura.
- Convertirnos en “guerreros” con una gran capacidad de amar y servir a nuestros hermanos.
- Aparecerá en nuestra vida los poderes del amor, tales como: la sabiduría, la fe, la armonía, la verdad, la consagración y el perdón.
- Se disipará el temor a la muerte y que ésta se convierta simplemente en la transición hacia la casa de Dios.
- Nos permitirá entrar en contacto con nuestro Maestro o Guía interno, para después poder contactarnos con los Seres de Luz asignados a nuestro desarrollo espiritual.
- Despertar en nosotros el amor universal. Nos ayudará a ejercer mayor control de nosotros mismos, al dirigir conscientemente nuestros pensamientos y emociones.




El meditar no tiene que ver con ninguna religión, ni creencia o dogma, el meditar es una practica que debería ser tan normal y diaria como lavarse los dientes o bañarse, y que se puede hacer en todas las creencias del mundo y en todas las culturas y edades, es un habito necesario en nuestra vida el darnos al menos 5 minutos de quietud mental, en donde podamos estar en un espacio interno solo con nosotros, y no con la gente, con el bullicio, con las normas, con el estrés, con el que dirán o con el juicio, sino solo en un silencio interno que me de paz y quietud... Estamos tan desacostumbrados a esto que el silencio incluso nos molesta y nos causa miedo, porque no estamos acostumbrados a escuchar a nuestro Ser interior, porque desde que crecemos nos hemos convertido en lo que los demás quieren y se nos ha olvidado quienes somos realmente.


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